El pasado miércoles fue día de primeras veces.
Fue la primera vez que fui a un evento de las Madrid Geek Girls, la primera vez que me concienciaba realmente de cómo los wearables pueden cambiar nuestra vida gracias a lo que nos contó Pedro Diezma, la primera vez que oía casos concretos de cómo se unen “cosas” y sentimientos gracias a Istenland… Pero sin duda, me quedo con una palabra que dijo @patsapel: Netnografía.
Era la primera vez que oía esa palabra y la verdad es que no me dejó indiferente. Patricia comenzó a hablar sobre Analítica Web, sus gráficos, números y tendencias; pero desde el principio nos hizo entender que detrás de todos esos números, formas y colores hay personas. Personas que tienen determinados gustos y esperan de nosotros, como marca, algo concreto que resuelva sus problemas y cubra sus necesidades.
Pues bien, todo esto se plasma en el método popularizado por R.V. Kozinets, Netnografía, a través de la cual trata de investigar lo que ocurre en las comunidades virtuales.
Este método deriva de la aplicación de la etnografía al estudio de lo que ocurre en el mundo de Internet y, concretamente, en las redes sociales. Es decir, es una investigación social online que se lleva a cabo especialmente con todo lo relacionado con estudios de mercado, ya que los usuarios también están en esas comunidades que habitan la red.
“El estudio netnográfico es un método cualitativo e interpretativo pensado de modo específico para investigar el comportamiento del consumidor en los entornos de las comunidades y culturas en uso en Internet.”
La netnografia es la guía que hay que seguir para lograr la adaptación de la observación participante, incluyendo todo lo que conlleva el trabajo de campo, la recolección de los datos, correcta interpretación, etc., de todas aquellas peculiaridades que caracterizan la cultura de una comunidad online mediante el uso de ordenadores.
Por si quieres saber más concretamente sobre este concepto, Miguel del Fresno es un experto en el tema y trata sobre ello en diferentes libros y artículos, así como en su blog.
Y ¿a qué viene todo esto? Bueno, pues todo esto viene a que tenemos que entender que el punto principal, el centro, el eje, o como quieras llamarlo, de las empresas, ya no es ella misma, ya no es su ombligo, sino que son los clientes y, concretamente, las personas que hay detrás.
Hoy en día, la netnografía es valorada porque las empresas quieren saber todo lo que pasa a su alrededor; quieren saber qué pasa en los foros, en los chats, en las redes sociales… Hoy más que nunca les importa lo que piensan los usuarios, porque si hay una crítica… Esta puede llegar muy lejos antes de que ellos mismos se den cuenta.
Las redes sociales “sacan” esa parte de los individuos que muchas veces no mostramos al resto por el motivo que sea; lo que hace que las opiniones espontáneas que surgen en la red del pajarillo azul tengan un enorme valor para las empresas que quieren saber quiénes hay detrás de un consumidor.
Evidentemente, para saber todo esto necesitamos datos, pero no solo cifras, sino dotar a esos números de un significado; hacer un análisis cualitativo que nos permita saber quiénes son las personas que pasan a ser nuestros clientes.
Con ello podremos detectar tendencias y saber cuándo algo no va como debería. Trataremos de evitar que el problema vaya a algo peor.
La verdad es que este tema me encanta. Yo querría haber estudiado un máster en comportamiento del consumidor la verdad (hace unos años), porque creo que entendiendo el comportamiento de éstos, para las empresas es más fácil actuar, tanto en el medio online, como offline, para lograr sus objetivos.
Apunto este tema como uno de los importantes a los que dedicarle tiempo detenidamente porque hoy en día me parece fundamental saber lo que hace tu comunidad en los medios online. Aprender a escuchar y saber actuar en función de eso.
Ahora tenemos más fácil que nunca saber lo que los clientes quieren. Igual que se usan técnicas como el Eyetracking para saber a qué lugar está mirando una persona cuando se realiza una investigación de mercados en una tienda, por ejemplo; la visión de la netnografía nos permitirá saber qué piensan y qué hacen sin que sea intrusivo y, sobretodo, sin que ellos mismos dejen de ser, en definitiva, ellos mismos.