Vas escuchando música con tu móvil y de repente, sin cobertura, y te quedas a medias de la canción. A todos nos ha pasado. Es en ese momento en el que te empiezas a plantear que para evitar que te vuelva a pasar eso cada día, por qué no pagar por Spotify Premium, por ejemplo.
Miras el precio y es aceptable. Además, puedes escuchar la música que quieras, del artista que quieras, las veces que quieras, y tengas o no conexión a Internet. Qué más se puede pedir para que en las mañanas de camino al trabajo no solo suenen los bostezos de la señora que está sentada a tu lado.
Y al final, te haces Spotify Premium. Ahora molas más.