La semana pasada escribí sobre los motivos por los cuales elegí Londres como destino frente a otras ciudades para mejorar mi inglés.
Y siguiendo con el tema, hoy os hablo de lo que he aprendido gracias a haber tomado la decisión de hacer las maletas.
Este es un post completamente personal, pero espero que disfrutéis con mi experiencia y veáis desde un punto de vista del día a día cómo es la vida aquí.
Hace algo más de dos años, el 15 de mayo de 2012, no pude ir a la Pradera de San Isidro como los años anteriores porque estaba rumbo a Londres, con una maleta llena de ganas y la idea de volver después del verano de los Juegos Olímpicos.
La ciudad nos recibió con lluvia (algo a lo que tendría que acostumbrarme para todo ese verano), y tras la odisea de llegar al hostel, pudimos dejar las maletas y empezar a patear la ciudad para ver cómo se organizaba tal barullo de gente.
Mi idea era clara: trabajar de lo que fuera para “sobrevivir” en Londres y aprender inglés, que para eso venía yo aquí. Estar hasta octubre que comenzaría un máster y ahí terminaría mi experiencia en Londres.
Pero no fue así.
Comencé a trabajar en una tienda de ropa deportiva en pleno Piccadilly Circus (durante los Juegos Olímpicos sí…), donde aprendí muchísimo, no solo de todo el tema de running, sino a desenvolverme en un idioma que no era el mío, a satisfacer las necesidades de los clientes al momento sin tener tiempo para pensar, y a trabajar en equipo.
Probablemente esto sea lo que mejor me ha venido, y es que el trabajar con gente de diferentes países (sudafricanos, polacos, portugueses, italianos, lituanos, húngaros, belgas…) te hace ver las cosas de otra manera.
Ya no es la cosa del idioma, es la cultura en la que ha crecido cada uno. A veces tan diferentes, pero que terminan buscando lo mismo; y creo que esto para una empresa, ya sea una tienda de deporte o una multinacional, es algo fundamental. La importancia de aportar diferentes puntos de vista, porque no todo es blanco o negro.
En esa tienda estuve durante casi un año y medio, y la verdad es que fue una experiencia increíble. Aprendí cosas que solo viviéndolo se pueden entender.
Después realicé unas prácticas por tres meses, tiempo en el que aprendí de verdad todo lo que era este mundillo del 2.0 y conceptos que no había oído en mi vida. Creo que a mis jefes les di las gracias como cien veces por la paciencia que tuvieron conmigo por lo preguntaba que había sido durante esos meses.
Y desde ahí, vino todo rodado. Trabajar para una empresa de desarrollo de aplicaciones informáticas en plena Silicon Roundabout, luego para una empresa de Barcelona y colaborar en diferentes proyectos como Busco en Londres.
Por todo ello, considero que mi experiencia en Londres no es que haya sido buena, sino es que conseguí mucho más de lo que imaginé cuando cogí el avión el 15 de mayo de 2012.
Aparte de descubrir lo que de verdad me gusta, el Marketing Online, he tenido la oportunidad de trabajar con gente que seguro será difícil de volver a encontrar.
Por esto no me gusta leer noticias como la que se publicó hace unos meses de un chico español que contaba que tenía una carrera y máster y limpiaba wc’s. Esa es solo la parte que se conoce de los españoles que venimos a Londres: camareros, cleaners, kitchen porters… Mucho de lo que sale en Callejeros y de lo que se quejan los que viven aquí.
Y aunque es verdad que mucha gente trabaja en puestos así, pocas cosas se cuentan de los que consiguen parte de su éxito aquí, o de emprendedores que deciden comenzar su empresa en Londres; muchos de los cuales unos meses antes estaban en una tienda.
Soy de las que creo que en esta ciudad puedes conseguir todo lo que te propongas (con un mínimo eso está claro), pero si le echas ganas, ya tienes más del 50% conseguido.
Yo llegué con el objetivo de aprender inglés y ahora tengo la suerte de dedicarme a lo que me apasiona.
Por eso digo lo de las ganas. Es fácil acomodarse en un sitio y resignarse a pensar que “he estudiado tanto para estar haciendo esto” y únicamente quejarse. Pero si te mueves y como se diría en este mundillo marketero, sales de tu zona de confort probando otras cosas que te pueden gustar más, no tienes nada que perder, y menos en una ciudad como Londres en la que las oportunidades las encuentras en cualquier lugar y cuando menos te las esperas.
Me quedo con el párrafo final, en el que hablas de salir de la zona de confort, algo realmente difícil en muchos casos, pero que a su vez es algo imprescindible.
Yo salí de España también hace algo más de un año, mi experiencia no fue tan buena en absoluto y al final 8 meses después haciendo el tonto por el mundo decidí coger el toro por los cuernos y volver. Creo que ha sido una de las decisiones más sabias de mi vida: volver al hogar y buscar mi camino por otros senderos.
En definitiva, hacer lo que uno crea que es lo mejor porque nunca se sabe dónde vas a encontrar tu camino.
Gracias por compartir tus experiencias. Seguro que vayas donde vayas todo te irá realmente bien 🙂
Gracias por tu comentario Gaby. Estoy contigo en que lo mejor es hacer lo que uno crea, nunca se sabe de dónde pueden surgir oportunidades 🙂