Cuando diseñas, planificas e implementas una estrategia de marketing online, piensas en lo que vas a ofrecer y cómo se lo vas a presentar a tus usuarios y potenciales clientes. Esto lo haces para que tu producto o servicio cubra alguna (o muchas) de las necesidades que crees que pueden tener.
Así que ponte en situación: estás tú, tu empresa, tu producto o servicio, y tus clientes. Pero… ¿Y lo que engloba a todo esto? ¿Dónde está el contexto?
No voy a hablar de contexto en los términos en los que se podría tratar si se realiza un análisis DAFO (Debilidades-Amenazas-Fortalezas-Oportunidades), sino como algo de lógica, algo que todos debemos tener en cuenta tanto si se lanza una estrategia de marketing online para una empresa como para uno mismo.
Por contexto entendemos tanto la situación económica actual, como preferencias de tus usuarios, o algo más directo, por ejemplo, cómo acceden tus clientes a tus servicios (a través del ordenador o de un smartphone), así te interesará poner esfuerzos en que tu web sea responsive si mucha gente accede a través de estos dispositivos.
Y es que las cosas están cambiando; y más rápido de lo que creemos.
Ya puede ser tu producto o servicio el mejor del mundo, que si no sabes lo que ocurre a tu alrededor, y como ello afecta a tu propio negocio y estrategia, estás perdido.
En una de las charlas a las que acudí en la London Tech Week, los chicos de Axxon ya hablaron de la importancia del contexto en una estrategia online. Como ellos decían;
“Si el contenido es el rey, el contexto es la reina”
Y tienen toda la razón; es fundamental.
Imagina que ofreces cinco productos, pero por diferentes factores externos, dos de ellos apenas te reportan beneficio. No es un drama, son cosas que van pasando y es que las necesidades de las personas van cambiando continuamente.
Así que, ¿qué haces?
- Averiguas por qué esos dos productos ya no se venden como antes. ¿Qué ha cambiado? Hábitos de los consumidores, tu producto no resalta respecto a los de la competencia…
- Cuando encuentras los motivos, (lo que muchas veces no es nada fácil)comienzas a rediseñar tu oferta y con ello, tu “nueva” estrategia de marketing online. De nada sirve que solo prestes atención a esos dos productos y dejes los demás igual; debes adaptar tu nuevo enfoque a todo. Redefínelo.
Puede que sea el momento en el que los propios usuarios te pidan un cambio, y nadie mejor que ellos para decirte lo que quieren y lo que esperan de tu marca.
Vuelve a definir tu estrategia en función del contexto:
- Puede que tus productos o servicios hayan perdido el encanto que ofrecían porque los usuarios ven satisfechas sus necesidades a través de otros medios (muchas veces por ellos mismos).
- Puede que hayan dejado de ser atractivos, por lo que reinvéntalos y dales un nuevo enfoque con un formato distinto.
Otra opción es decidir dejar a un lado estos dos productos que no te dan beneficio, y centrarte en los otros tres que están mucho más demandados.
Esa es tu decisión, pero siempre teniendo en cuenta que el contexto es fundamental, y que tus productos no tienen por qué ser malos, sino que simplemente necesitan de una nueva perspectiva.
El mundo ha cambiado muchísimo en los últimos cinco años, y las necesidades de los clientes, así como sus hábitos de consumo también. Y es algo a tener en cuenta. De nada sirve que tengas un producto o servicio espectacular, promocionándolo con un contenido muy bueno, si no te adaptas a lo que ocurre a tu alrededor.
Por ello, ten muy presente el contenido en tu estrategia de marketing online, pero enmárcalo dentro del contexto adecuado; del contexto de tus usuarios.